martes, 30 de abril de 2013

Adjetivos.

¿Por qué nos es más fácil poner nombres a los sentimientos malos que a los buenos?
Yo he dicho muchas veces eso de 'no tengo palabras' cuando estaba muy feliz.
Sin embargo, cuando se trata de estar mal, tenemos mil adjetivos.
Cansados, de dar todo por nada.
Rayados, por tener que escuchar mil mentiras.
Destronados, de ese reino que llamamos corazón.
Apartados, por alguien o por nosotros mismos.
Asustados, por las cosas que vemos a nuestro alrededor.
Perdidos, por no saber hacia dónde guiar nuestros pasos.
Infectados, de sentimientos que hacen daño.
Aplazados, por no llevar a cabo nuestros sueños.
Castigados, hasta por tener ideas propias.
Rechazados, por sentir más de la cuenta.
¡Cambiemos esto!
Sintámonos vivos, alegres, felices, reencontrados, sin miedo, sanos, libres.
Sonriamos por ser nosotros mismos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario