viernes, 31 de mayo de 2013

¿Dónde están las golondrinas?

Termina mayo y tengo el mismo frío que  en enero.
Llega junio y mi cabeza sigue en abril.
Hoy es viernes, pero me quedé en un domingo.
Las golondrinas que solían despertarme, este año han llegado tarde, tan tarde como las palabras que nos faltaban.
Ellas no cantan y yo no canto.
¿Dónde está la musa? ¿Y la música?
Se quedaron en abril.
Mierda.
Odio mayo, los martes y las golondrinas.
Las palabras no se las lleva el viento, ni el tiempo. Las palabras las robó un tirano al que llamaremos Miedo.
Y Miedo huyó con ellas. Y yo con él.
Nos escondimos en junio, donde no había golondrinas, pero si una playa enorme en la que enterré lo único que llevaba en la maleta: Nada.
Miedo me propuso tirar la toalla, pero preferí extenderla para tomar la luna y empaparme del canto de las sirenas.
Volví a coger mi Nada y me despedí de Miedo.
Quizá ésta primavera tardía florezca en agosto.

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